Debido al gran éxito de nuestro artículo anterior, el día de hoy continuaremos con el conteo de los errores más comunes que cometen los novatos, durante sus primeras participaciones en competencias de SPL.
ERROR DE NOVATO NO. 3
Antes de que llegue tu turno en la competencia, tienes tu equipo encendido, sonando a todo volumen. Todos hemos pasado por ahí: tu primera competencia en el apasionante mundo del car audio, un evento lleno de mujeres, bellos autos y envidiables equipos. Y tú ahí, con todos tus cuates, tratando de llamar la atención y “encajar” en ese mundo. Así que pones tu mirada de Brad Pitt y procedes a maximizar el volumen de tu equipo, esperando que todo el mundo te voltee a ver y quiera ser tu amigo.
Lejos de cumplir tus expectativas lo que realmente sucede es que, sin advertirlo, comienzas a abusar severamente de tu equipo, calentando los subwoofers, amplificadores y bajando tu batería, y en un descuido hasta vuelas algún componente mientras tratas de demostrarle al que va pasando “que fuerte vienes para este evento”.
El competidor experimentado por supuesto que sí disfruta del ambiente, quizá hasta ponga un poco de música, pero no en su carro de competencia, sino en un segundo carro de alguno de sus amigos, mientras mantiene su equipo listo y apagado, probablemente conectado a un eliminador de baterías externo, en preparación a su turno de competencia.
ERROR DE NOVATO NO. 4
Se te queda cerrado el auto en las líneas de calificación, con el micrófono adentro. No sabría decirles cuántas veces lo he visto pasar: llaman al siguiente competidor a la línea de medición, se baja todo nervioso sin idea alguna de lo que tiene que hacer o va a suceder, mientras olvida sus llaves en el interior del auto, ya sea pegadas en el interruptor de ignición o sobre el asiento. El juez procede a realizar su trabajo, es decir, saludar al competidor, pedir permiso para pasar a colocar el micrófono, salirse del auto, cerrar todos los cristales y puertas para proceder a la medición, cuando de repente se escucha el escalofriante y conocido chirrido de la alarma, fiel confirmación del bloqueo automático de los seguros del auto.
Por supuesto todos se quedan helados, quizás más el juez que el competidor, ya que el micrófono y el futuro del resto de la competencia se encuentran dentro de ese auto, ahora asegurado. Por supuesto los chiflidos, recordatorios del 10 de Mayo y otras pintorescas alusiones del público asistente le ponen más sabor y presión al asunto, de tal suerte que, en al menos una ocasión, han tenido que darle solución al asunto con un ladrillo. El competidor experimentado tuvo la precaución de desactivar la alarma de su auto quizá desde antes de personificarse en el evento, y muy probablemente hasta cargue consigo ese día un duplicado de sus llaves.
ERROR DE NOVATO NO. 5
De chile, de dulce y de picadillo. Más es mejor, o al menos eso quisieran creer muchos aspirantes a competidor de SPL. Se presentan a las líneas de calificación con todo un despliegue de fuerza y variedad, es decir, dos bajos de 15”, tres de 12”, cuatro de 10” y para el “mid-bass”, otros cuatro, pero ahora de 8”. El resto de los novatos por supuesto se espantan y más de alguno, según me han contado, ha abandonado el evento sintiéndose derrotado por adelantado. Pero la verdad es que ese tipo de instalaciones suelen abandonar las líneas con un “122” dibujado en el parabrisas, y eso en los casos en los que el medidor alcanzó a marcar algo. Sucede que hay una regla de oro en el audio, llámese calidad de sonido o SPL, que dice: “nunca reproduzcas las mismas frecuencias con altavoces diferentes”.
Sólo cuando los altavoces en juego son exactamente de la misma marca, modelo, serie, diámetro, trabajando en idénticas cajas acústicas y cada bobina alimentada con exactamente la misma cantidad de potencia, se puede aspirar a lograr aquellos anhelados 6 dB adicionales por cada vez que se duplique su número. Altavoces distintos, aún cuando sólo lo sean en modelo, contarán con respuestas en frecuencia y respuestas en fase diferentes, las cuales no se pueden sumar, produciéndose terribles ineficiencias y cancelaciones, como estos despistados y motivados competidores han tenido que comprobar.
Y tú, ¿te reíste o te pusiste pálido con los errores arriba descritos? Sigan con nosotros, ya que continuaremos enumerando otros tantos en artículos subsecuentes.
Artículo obra del ingeniero Juan Castillo Ortiz, publicado en la revista AudioCar #248
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