¿Qué tan importante será el Voltaje en el estéreo a la hora de competir en SPL?

Es innegable el gran auge que han tenido en los últimos años las competencias de SPL. Todo el mundo parece estar en ello, por lo que destacar se hace cada día más difícil. Pero como todo en la vida, el éxito está en los detalles. En esta ocasión hablaremos de un efecto transitorio, el cual podría hacer toda la diferencia.

VEHÍCULO EXTREMO

Si bien es cierto que la calidad de audio no importa en el mundo del SPL, es decir, la cantidad de distorsión con la que sea reproducida la onda senoidal de competencia, sí es importante en dónde se encuentre tal distorsión.

Lo que quiero decir es que es importante que el tono de competencia llegue totalmente puro hasta el amplificador, siendo éste el único al que se le permite agregar algo de distorsión, además de aquella que tenga lugar en el altavoz mismo por la cantidad de energía presente y las presiones externas involucradas.

Para ello los competidores experimentados suelen medir bien sus estéreos, monitoreando la forma de onda de salida ya sea con su Cajita Feliz o con un osciloscopio, ajustándolos a máxima salida antes de distorsión, tal como suelen hacerlo con los autos destinados para escuchar música. Pero justamente esa es la diferencia; en lo único en lo que se parece un auto de SPL a uno para música, es que ambos suelen tener 4 llantas. Un auto de SPL es un vehículo extremo, en el cual se juega el todo por el todo. En el momento del famosísimo “eructo”, todo el auto se lleva al límite o un poco más allá, por lo que las condiciones de estabilidad tienen poco o nada que ver con las condiciones presentes en el momento de la verdad.

Caso concreto: el Voltaje de entrada del estéreo. Si en el momento en que el experimentado competidor ajustó los niveles de éste, máxima salida antes de distorsión, las condiciones del auto eran estables, con un Voltaje en terminales del estéreo superiores a los 12 Volts, ¿qué lo hace pensar que esto se mantendrá a la hora del “eructo”? ¡Por supuesto que no será así! El Voltaje de TODO el automóvil bajará a niveles críticos y por ende también el del estéreo, por lo que muy seguramente la señal de salida de éste se degradará, dando como resultado las típicas caras pálidas y desoladas en los rostros de tales competidores, a la hora de observar sus resultados durante la competencia.

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¿QUÉ HACER AL RESPECTO?

Las soluciones son varias, dependiendo de la complejidad del equipo y de qué tan metidos estemos en el asunto. El objetivo es que la señal de audio llegue perfectamente pura a los circuitos de entrada del amplificador, con el mayor Voltaje posible. Obviamente, debemos comenzar midiéndola en condiciones estables para conocer su nivel máximo ideal. El siguiente procedimiento obvio sería medirla y ajustarla en condiciones de competencia, cosa que si lo pensamos bien, nos daremos cuenta que es casi imposible, ya que un auto de alto nivel suele tomarse largas horas de preparación para estar listo, cargando sus baterías y otras cosas para llevarse a condiciones óptimas, para luego echar todo por la borda durante los escasos 1 ó 2 segundos que dura la competencia, condiciones que suelen llevarse nuevamente horas para volverse a alcanzar y no necesariamente serán iguales en cada ocasión.

Por lo antes mencionado, simplemente NO es posible llevar el auto a las extremas y exactas condiciones en que se encontrará a la hora de la verdad. Sin embargo, no estará de más tomar algunas lecturas en condiciones cercanas a las de competencia, para darnos una idea de qué tan feas se pueden llegar a poner las cosas. Como a final de cuentas las condiciones reales serán seguramente más agresivas, tendremos siempre que dejar algo de reserva.

Una de las formas más sencillas de prevenirlo, es que si el estéreo en condiciones estables saca una señal limpia hasta la posición 30 de 35 de la carrera del volumen, manejar nosotros un máximo de seguridad de 25 o algo así. La desventaja de esto es que nuestro Voltaje de salida va a ser menor, cosa que puede recuperarse con un “Line Driver”, aparato al cual también habría que dejarle algo de reserva, por exactamente las mismas razones. Una segunda precaución sería alimentar el estéreo mediante un cable un poco más grueso de lo necesario, con la idea de minimizar caídas de Voltaje. Por supuesto, no tomar la corriente de los lugares típicos como el cableado original o la caja de fusibles, sino de cables gruesos que vengan directamente de la batería.

Otra opción, un poco más extrema pero que debe dar dividendos, sería contar con una batería adicional, no conectada a los amplificadores, batería que no sufrirá caídas a la hora de la verdad, por lo que mantendrá al estéreo operando en condiciones ideales, quizá otorgándonos esa ventaja por la que tanto hemos estado trabajando.

Como siempre, todo trabajo SPLero requiere de experimentación para lograr su exitosa implementación. Así que manos a la obra y suerte.

Artículo obra del Ing. JUAN CASTILLO ORTIZ publicado en la Revista AudioCar #188

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